martes, 1 de julio de 2008

Han pasado 48 horas y no se nos pasa la alegría. Necesitábamos los españoles este triunfo futbolístico para recordarnos que hay un himno y una bandera que nos unen. A todos. Sin monopolios. Sin usos partidistas ni interesados.

También ha sido importante la lección práctica de nuestro antiguo refrán: la unión hace la fuerza. Ayer y hoy en las diferentes celebraciones todos hemos sido testigos de lo que un EQUIPO, 24 jugadores (23+1) con un objetivo común, olvidando los protagonismos individuales, pasándolo bien juntos al hacer ese trabajo, son capaces de conseguir. La fuerza que despliegan, la ilusión que transmiten, la alegría que contagian.

Igual que nuestros campeones del mundo de baloncesto, pero con muchos más espectadores.

Está bien que periódicamente todos recordemos que, en muchos aspectos de la vida, hay símbolos que nos unen, objetivos comunes, metas que alcanzaremos trabajando en equipo y disfrutando con lo que hacemos.

1 comentario:

visionocturna dijo...

Con este éxito de la selección me decía el otro día un amigo: "que gusto poder ir por la calle envuelto en la bandera de España y que no te llamen facha".

Le contesté que a mí la alegría me la produce el no sentir que algunos tratan de apropiarse de símbolos que son comunes y con los que cada uno nos relacionamos a nuestro modo.