Rebajar el defícil a costa del gasto en educación pública es sólo una excusa. La derecha y extrema-derecha españolas nunca han renunciado a la vuelta al nacional-catolicismo educativo del franquismo que tanto les convenía social y económicamente.
Nunca han renunciado a una escuela pública subsidiaria, infradotada, segregadora, clasista; al negocio de algunos sangrando a las clases medias y trabajadores para re-pagar por un servicio básico elemental que permita mejorar el futuro de sus hijos tratando de legarles el mejor patrimonio.
Hablan de premiar el esfuerzo, la capacidad, la "excelencia"... tasadas con baremos de obediancia y mansedumbre, con criterios cuantitativos y mnemotécnicos decimonónicos. tampoco es nada nuevo. La jerarquía católica franquista llenó los seminarios a cambio de proporcionar estudios a los muchos que nos podían pagarlo siempre que fueran espabilados y aceptaran estar bajo el manto de la santa madre.
No hay posibilidad de un pacto educativo en España que otorgue estabilidad al sistema mientras desde la derecha el Partido Popular sea el único interlocutor. Carecemos en España del equivalente a una democracia-cristiana que -como en otros países europeos a lo largo del siglo XX- haya negociado, pactado y respetado un modelo educativo con el objetivo de conseguir el mejor para todos, garantizando la igualdad de oportunidades y las medidas de apoyo necesarias para compensar las desventajas de partida de todo tipo.
Recomiendo la lectura de la reflexión que el Catedrático Fernández Enguita publicó ayer. http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/05/23/actualidad/1337758328_885715.html
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